Fundada en 1928, es una institución en Donostia y uno de los bares más emblemáticos de la ciudad. Fiel a su esencia tradicional, mantiene el encanto de los locales de antaño, donde el vermut y los pintxos se disfrutan sin prisa. Barra clásica, ambiente cálido y autenticidad en cada detalle la convierten en parada obligada para donostiarras y visitantes.